Cómo instalar Windows y Linux en el mismo equipo
Instalar Windows y Linux en el mismo equipo es una opción excelente para aprovechar las ventajas de ambos sistemas operativos. Este tipo de instalaciones permiten instalar juntos sistemas diferentes, pero sin que interfieran entre ellos y con la posibilidad de iniciarlos de una manera rápida y sencilla.
La idea es que un usuario habitual de Windows que haya comprado un equipo con el sistema de Microsoft preinstalado y seguramente no haya probado nunca otra cosa, pueda instalar una distribución GNU/Linux en el mismo equipo sin que ello afecte a su sistema principal. O, al contrario, que un usuario de Linux pueda probar la última versión de Windows sea por gusto o por necesidad para algunas tareas, manteniendo el sistema libre para uso diario.
Aprovechando el lanzamiento de las nuevas versiones de los Windows y Linux más usados (Windows 10 2004 y Ubuntu 20.04 LTS) nos ponemos la tarea de actualizar una guía que te hemos ido ofreciendo año a año intentando que sea lo más práctica posible. Trataremos dos casos de uso, una instalación completamente desde cero de ambos sistemas y otra con la instalación de Linux a partir de un equipo con Windows ya instalado que pretendemos mantener
Por supuesto, puedes utilizar otras distribuciones Linux diferentes a Ubuntu. Y lo mismo Windows. Si no te gusta Windows 10 y quieres utilizar Windows 8.1 o Windows 7, el método básico es el mismo. Incluso podríamos instalar macOS bajo hackintosh u otros sistemas adicionales en medio de ellos, siempre que contemos con espacio suficiente en la/las unidades de almacenamiento del equipo y realicemos el proceso en el orden correcto.
Windows y Linux – Hardware
Los requisitos de hardware para ejecutar ambos sistemas son muy similares y cualquier equipo capaz de ejecutar Windows 10 podrá correr Linux. Señalar que hay algunas distribuciones GNU/Linux específicas para ejecutarse en equipos de menor nivel de hardware. Los mínimos oficiales establecidos por Microsoft para Windows 10 nos da una idea:
- 1 GB de memoria RAM para las versiones de 32 bits, 2 GB de RAM para las versiones de 64 bits.
- 32 GB de espacio libre en disco.
- Procesador a 1 GHz (x86) con PAE, NX, SSE2 y soporte de CMPXCHG16b, LAHF/SAHF y PrefetchW.
- Resolución de pantalla de 800 x 600 píxeles.
- Tarjeta gráfica con soporte de DirectX 9 y WDDM 1.0.
- Conexión a Internet para actualizaciones.
Como verás estos requisitos son demasiado «mínimos» y si bien permitirán ejecutar los sistemas no ofrecerán una experiencia satisfactoria. De hecho la media de hardware actual es muy superior. Para realizar este práctico utilizamos un PC de sobremesa con procesador Intel Core de sexta generación, 32 Gbytes de RAM, una gráfica RTX 2080 Super y unidad de estado sólido PCIe para el almacenamiento.
En cuanto al soporte hardware de Linux, es conocido que no es tan completo como el de Windows, pero ha mejorado muchísimo en los últimos años y el hardware primario (placa base, procesador, gráfica, memoria y almacenamiento) va a funcionar en la inmensa mayoría de equipos porque las distribuciones Linux cuentan hoy con un gran soporte para las arquitecturas principales y controladores, sea usando controladores libres o privativos.
Instalación de Windows desde cero
Partimos de un equipo con una unidad de almacenamiento (una SSD en este caso) completamente vacía donde previamente hemos realizado una copia de seguridad de archivos y datos que queremos conservar. En este tipo de instalaciones con doble sistema, Linux siempre debe ser el último que instalemos porque será su gestor de arranque el que nos ofrecerá acceso a uno u a otro.
Paso 1. Obtener la imagen del sistema
- Accede al portal web de Windows 10 y pulsa sobre el botón de descarga de la herramienta de creación de medios. (La herramienta suele funcionar perfectamente, pero si tienes problemas o no quieres pasar por ella, puedes revisar este práctico para descargar directamente cualquier ISO de Windows 10 legalmente desde los servidores de Microsoft).
- Ejecuta el archivo descargado “MediaCreationTool2004.exe” y acepta los términos de licencia.
- Pulsa sobre la segunda opción «creación de medios» para descargar la imagen ISO del sistema.
- Selecciona el idioma, la arquitectura y la edición del sistema o usa las opciones por defecto recomendadas para el equipo.
- Elige el medio a usar. Aunque la herramienta puede grabar directamente un USB, recomendamos descargar el archivo ISO y grabarlo posteriormente con otra aplicación.
- Selecciona la ruta donde guardarás la imagen descargada.
Paso 2. Preparar medio de instalación quemando la ISO
- Una vez tengas la imagen guardada en tu equipo utiliza tu aplicación favorita para «quemar» la imagen. Ya conoces que tenemos predilección por Rufus, gratuita y que funciona a la perfección especialmente con imágenes de Windows. La descargamos.
- Inserta el medio que utilizaremos en la grabación. Puedes usar un DVD, pero te recomendamos emplear un pendrive o disco USB, más rápido y seguro. Su capacidad mínima debe ser de 8 Gbytes.
- Ejecuta Rufus. Verás una interfaz muy sencilla en la que primero tendrás que seleccionar la imagen de Windows descargada seleccionando la «Elección de arranque».
- Solo resta configurar el resto de opciones. GPT en «esquema de partición», sistema destino «UEFI (no CSM) y NTFS o FAT32 como sistema de archivos. Pulsa sobre empezar para obtener el medio de instalación.
En este punto tenemos que recordar la problemática de este tipo de esquema de partición «GPT» con equipos y sistemas operativos más antiguos como Windows 7 y distribuciones Linux más antiguas. Si tienes problemas para manejar este tipo de instalaciones mezclando Windows y Linux tendrás que utilizar el esquema de partición MBR y deshabilitar en la BIOS el Secure Boot, el sistema de arranque seguro que obliga a firmar el firmware y el software. Señalar que las nuevas distribuciones Linux no tienen ningún problema con este tipo de particiones y, por ejemplo, Ubuntu soporta UEFI desde hace algunas versiones a través del Secure Boot System oficial de Microsoft para Linux publicado por la Fundación Linux.
Paso 3. Instalar Windows 10
Inserta el medio creado en un puerto USB de la máquina, reinicia el equipo y accede a la BIOS/UEFI para asegurarte que el pendrive está situado como primer medio de arranque. Si conoces el acceso al menú de arranque interno del equipo puedes activarlo sin entrar en la BIOS.
(Si no conoces cómo acceder a la BIOS o al menú de arranque repasa este artículo donde te ofrecimos las teclas especiales programadas para su acceso, pulsando la correspondiente durante la fase de testeo del hardware que sucede cuando arrancamos el ordenador personal).
- Una vez que te asegures que el pendrive es el primer medio de arranque inicia desde el mismo la instalación de Windows 10.
- La instalación está bastante automatizada. Selecciona la versión de Windows 10 a instalar recordando que debe corresponder al tipo de licencia que tengas para el mismo.
- En el tipo de instalación selecciona «Personalizada» para llegar al apartado de las particiones de disco. Si tienes particiones de anteriores instalaciones elimínalas todas para dejar limpia la SSD o el disco duro de la siguiente manera:
- En este apartado es donde podemos crear las particiones, teniendo en cuenta de dejar un espacio vacío para instalar posteriomente Linux. La capacidad reservada variará según el uso que vayas a dar a ambos sistemas. O si tienes varias unidades de almacenamiento instaladas y quieres utilizar una para cada sistema operativo, algo posible y hasta recomendable, aunque funcionará de igual manera si instalas los dos sistemas en un solo disco.
- En nuestro caso tenemos solo una unidad de 1 Tbyte. Pulsamos sobre «Nuevo» para crear una partición de 700 GB para Windows, dejando el resto de espacio sin asignar para instalar posteriormente Ubuntu. El instalador creará particiones adicionales, pero no interferirán para la instalación de Linux.
- Comienza la instalación en la partición creada para Windows:
- El resto del proceso es trivial y no vamos a detenernos porque si nos sigues te lo sabes de memoria. En una SSD PCIe como esta, tendrás Windows 10 instalado en 7 minutos.
Instalación de Linux desde cero
La instalación de una distribución GNU/Linux es hoy en día un proceso tan sencillo como instalar Windows. En este punto, volvemos a indicar que hemos escogido Ubuntu 20.04 LTS, pero puedes utilizar igualmente tu preferida, sea una de sus variantes (Kubuntu, Xubuntu…) o cualquiera de las distribuciones de otros proveedores. El método es similar con cualquiera de ellas y tan fácil como Windows.
Paso 1. Obtener la imagen del sistema
- Accede al portal web de Ubuntu y descarga la versión Ubuntu Desktop 20.04 LTS.
- Frente a las «chorradas» de la descarga de Windows y su «medio de instalación», Canonical permite descargar directamente la imagen ISO del sistema, en este caso el archivo «ubuntu-20.04-desktop-amd64.iso».
Paso 2. Preparar medio de instalación quemando la ISO
- Emplea tu programa favorito para grabar la ISO. Desde aquí seguimos recomendando un Rufus que funciona igual de bien para «quemar» imágenes de Windows o de Linux.
- Inserta el medio que utilizarás en la grabación. Puedes usar un DVD, pero te volvemos a recomendar emplear un pendrive o disco USB con capacidad mínima de 8 Gbytes.
- Ejecuta Rufus, selecciona la imagen de Ubuntu descargada seleccionando la «Elección de arranque» y manteniendo el resto de opciones, GPT en «esquema de partición» y sistema destino «UEFI (no CSM). Pulsa sobre empezar para obtener el medio de instalación.
Paso 3. Instalando Ubuntu
Ya hemos dicho más arriba que la instalación de Linux ha avanzado de manera extraordinaria en un proceso -casi- completamente automatizado y rapidísimo. De la siguiente manera:
- Inserta el medio creado en un puerto USB de la máquina y asegúrate que el pendrive está situado como primer medio de arranque en la BIOS/UEFI como veíamos en la instalación de Windows.
- Reinicia el equipo para comenzar la instalación y pulsa sobre «Install Ubuntu».
- Entrarás en el modo de instalación gráfica que se explica solo. Pulsa sobre instalar y selecciona el idioma.
- Selecciona la disposición del teclado, el tipo de instalación y si quieres que descargue las últimas actualizaciones.
- Llegarás a un apartado importante que muestra la enorme facilidad para instalar Ubuntu. Como verás en la imagen siguiente, el instalador reconoce el sistema Windows instalado y permite instalar Ubuntu junto a él sin tocar para nada las particiones existentes y creando las suyas propias. (Usuarios avanzados pueden optar por personalizarlas, redimensionarlas, etc.)
- Pulsa sobre «Instalar Ubuntu junto a Windows Boot manager». El resto de pantallas son triviales y la instalación finalizará sin mayor novedad. En un equipo como el de prueba, con SSD NVMe, se completa en 6 minutos.
Una vez completada la instalación de Ubuntu ya tendrás disponible el cargador de arranque GRUB, que se activa cada vez que se inicia el equipo y te permite iniciar Windows o Linux. Es por ello que en este tipo de configuraciones se debe instalar primero Windows y Linux después.
También puedes seleccionar el sistema a iniciar en la BIOS/UEFI, pero es más engorroso acceder cada vez a ella. Si seleccionadas Ubuntu como primer partición de arranque tendrás acceso a su gestor de arranque y podrás iniciar cualquiera de los dos sistemas. Si por el contrario, sitúas Windows Boot Manager en primer lugar, el sistema arrancará directamente en Windows 10.
Instalación de Linux en una máquina con Windows
Un segundo caso práctico puede producirse para un usuario que quiere instalar Linux, pero conservando el sistema Windows que tiene instalado. Es igual de sencillo que el caso anterior salvo el paso previo de liberar espacio en disco para instalar después la distribución GNU, porque los equipos nuevos que preinstalan Windows suelen tener ocupado todo el espacio en disco.
Puedes revisar nuestra guía de particiones en Windows por si te interesa conocer cómo se manejan. Un paso a paso de lo esencial sería el siguiente:
- Accedemos al administrador de discos de Windows 10 desde el Panel de control > Herramientas administrativas o empleando el comando “compmgmt.msc” desde la ventana ejecutar.
- Como verás en el ejemplo, el equipo tiene una SSD de 1 Tbyte con tres particiones, dos pequeñas para el firmware UEFI y recuperación, y todo el resto en una partición primaria “C” ocupada con la instalación de Windows 10 que es la que tendremos que reducir para lograr espacio. Para ello pulsamos con el botón derecho sobre ella y marcamos sobre “reducir volumen”.
- La herramienta analizará la partición “C” y mostrará el tamaño máximo en la que podamos reducirla, que corresponderá con el espacio vacío. En nuestro caso tenemos bastante y fijamos en 99999 Mbytes el tamaño a reducir. Ese será el tamaño de la partición de la SSD que ocupará la instalación de Ubuntu.
- Veremos como rápidamente se habrá creado un espacio en disco adicional vacío. No toques nada más, ni crees nuevas particiones ni las formatees. Ya se encargará el instalador de Ubuntu de crear las particiones necesarias en el espacio libre que hemos creado.
El tamaño de la partición es orientativo. Un usuario que trabaje a diario con Ubuntu necesitará liberar más capacidad pero en nuestro caso, para pruebas, tenemos de sobra. Como hemos dicho, en un equipo de producción necesitarás más espacio. Y si tu equipo tiene una segunda unidad de almacenamiento (sea SSD o disco duro), recuerda que puedes dedicar una de ellas para Linux. Una vez creado el espacio libre en disco sigue el paso a paso que vimos arriba para la instalación de Ubuntu 20.
Concluimos insistiendo que este tipo de instalaciones es una combinación excelente para disfrutar de las ventajas de la versión más avanzada del sistema operativo líder del escritorio y de la última versión de la distribución GNU/Linux más popular del mercado. Juntos en el mismo equipo, pero no revueltos y con un arranque dual que te permite iniciar en uno u en otro en segundos.
Puedes optar por otras distribuciones distintas a Ubuntu, usar Windows 7 e incluso un macOS bajo hackintosh. Sólo tienes que tener espacio de almacenamiento libre, cuidar el orden de instalación, lidiar con los tipos de partición, anular Secure Boot en su caso y tener tiempo y ganas para realizar todo el proceso.