Saber qué pasta térmica montar en tu procesador es algo fundamental a la hora de enfrentarte al montaje de un PC por piezas. Bien es cierto que a veces los disipadores de stock o los que compramos independientes cuentan con su propio aplique de pasta térmica. Pero, ¿realmente esta es lo suficientemente buena?
El menú del día se compone de explicar un poco acerca de que es la pasta térmica y qué función hace en nuestro procesador, qué tipos existen y además los modelos y marcas más recomendadas, así que vamos allá.
Qué es y para qué sirve la pasta térmica
Pues la pasta térmica es un compuesto líquido con cierto grado de viscosidad que se utiliza para conectar de forma eficiente dos superficies y así facilitar la transferencia de calor entre ellas. Concretamente la pasta térmica la utilizamos para pegar la CPU al disipador térmico que instalamos sobre él para que no se caliente demasiado. Y diréis ¿qué ocurre si no pusiéramos pasta térmica entre la CPU y el disipador?
Comencemos por tener en cuenta que el encapsulado del procesador, o IHS (difusor térmico integrado), es el elemento que hace contacto directo con la superficie del disipador. Ambas superficies son metálicas, construidas siempre en cobre o aluminio. A pesar de que parecen completamente lisas y perfectas, microscópicamente son irregulares y no hacen un contacto perfecto entre ellas. A esto se le llama tener una resistencia térmica elevada, ya que el calor se resiste a pasar de una superficie a otra por no estar totalmente unidas.
Características químicas que debemos conocer
- Compuesto químico: determinará si la pasta es conductiva eléctricamente, si es tóxica y si los materiales usados son de calidad.
- Conductividad térmica: se mide en W/mK, es decir, la cantidad de potencia en forma de calor que se transmite en un metro de material y grado kelvin. Para nosotros, mientras mayor conductividad, mejor pasta será.
- Resistencia térmica: esto es justo lo contrario, se mide en cm2/W, y es la oposición del compuesto a que pase el calor. Mientras más pequeña sea, pues mejor será.
- Viscosidad y densidad: medidos en cP (Poises) y g/cm3, refleja la capacidad de unión de partículas que tiene (si se derrama o no) y el peso que tiene. Si es poco densa y viscosa será como agua o metal líquido.
Tipos de pasta térmica que hay en el mercado
Pad térmico
Pastas térmicas de tipo cerámico
Este tipo de pastas se diferencian de las demás por ser de color blanco normalmente. En su composición tiene polvo de origen cerámico, como por ejemplo macropartículas de carbono o de diamante (del malo), mezclado con silicona líquida que le da esa viscosidad y color. Presentan una conductividad de entre 2 y 11 W/mK.
Pastas térmicas de tipo cerámico
Estas pastas térmicas cada vez se ven menos, ya que en casi todos los casos en que hay un PC de por medio se utilizan las que a continuación veremos. Esto se debe a que su rendimiento suele ser peor que las basadas en metal, excepto algunos casos que luego veremos en la lista de recomendadas y por eso se usan solamente en chips de bajo rendimiento.
Estas pastas las distinguiremos bien por su característico color grisáceo y el motivo es que llevan componentes metálicos, como por ejemplo óxido de zinc o de cobre junto a silicona líquida. Suelen tener unas conductividades d entre 4 y 13 W/mK.
Lo bueno de estas pastas, es que son más duraderas, y soportan temperaturas superiores, así que por eso se utilizan en los procesadores de nueva generación. Son más caras que las anteriores, pero sin duda su adquisición merece la pena.
Pastas térmicas de metal líquido
Estas pastas son una evolución de las anteriores, basadas en metales más conductivos y en mayor porcentaje, lo que también las hace ser más caras, y un poco más complejas de aplicar. Están basadas normalmente en níquel y cobre, aunque también las hay basadas en plata y oro, mucho más caras, pero de gran rendimiento térmico.
La conductividad de estas pastas puede llegar incluso a los 80 W/mK, pensemos que el aluminio puro tiene una conductividad de 209 W/mK y el cobre de 380 W/mK. Esta pasta térmica se volverá más líquida mientras más caliente se ponga, y además presenta conductividad eléctrica.
Esto provoca que sea difícil de aplicar, ya que hacerlo en exceso podría provocar cortocircuitos en el socket. Solamente está destinada a aquellos usuarios más exigentes, con fuertes overclocking y que sepan lo que se hacen, además son bastante más caras.
¿Y la pasta térmica que incluye el disipador, es buena?
Es un tema en el que bastantes usuarios desconfían de las propias marcas, pero lo cierto es que las que vamos a ver aquí, colocan en sus disipadores pasta de calidad, concretamente la misma que comercializan. Por ejemplo, Noctua en sus disipadores siempre suele poner la NT-H1, una de las mejores pastas que encontramos en el mercado de forma independiente y de no bajo coste.
En el caso de los fabricantes de procesadores, últimamente suelen incluir pasta térmica basada en metal (la gris) de buena calidad en el caso de AMD, y con la ventaja de que está perfectamente extendida, y en su medida justa en la base de contacto con la CPU. Solamente tendremos que preocuparnos cuando veamos compuestos blancos o disipadores de stock de Intel, ya que el gigante azul no se caracteriza por preocuparse demasiado por la refrigeración de sus CPU.
Por nuestra parte, recomendamos dejar tal y como está esta pasta preinstalada y no quitar, ni añadir más, tratándose de AMD. Respecto a Intel, pues podréis hacer lo que queráis, merece la pena probar el disipador de stock en el caso de que traiga. Si se caliente la CPU demasiado pues nueva pasta y nuevo disipador.
Cómo aplicar la pasta térmica
Pues un aspecto importante acerca de este tema será el de aplicar la pasta térmica, aunque tampoco tiene demasiados secretos.
Para comenzar, no existe una forma totalmente correcta de aplicar la pasta, pero si una incorrecta, y es la de aplicarla dejando huecos interiores vacíos. Esto se debe, a que al pegar la CPU sobre el disipador la pasta se extenderá y si quedan huecos interiores se quedará aire encapsulado y, en consecuencia, separación entre los metales.
Por otro lado, para procesadores pequeños como los Intel Core, será suficiente con verter una gota generosa en medio del IHS. Ella sola es irá extendiendo cuando coloquemos el disipador. Otros usuarios lo hacen mediante dos líneas en forma de “X” o una línea en vertical, en este caso mejor no hacerlo en “X”, ya que utilizaremos mucho compuesto y seguramente sobrará y caerá en los laterales.
Finalmente tenemos la pasta térmica de metal líquido, la cual tendremos que extremar la precaución y además utilizar una pequeña paleta para repartirla mejor por toda la superficie excepto los bordes. Es una pasta conductora y además se hace más líquida cuando se calienta, así que debemos evitar dejar huecos e impregnar los bordes.
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