viernes, 12 de febrero de 2021

Como Elegir una Fuente de poder

 

¿Qué fuente de alimentación necesito? Te contamos todo lo que debes saber



Una de las preguntas más importantes que debemos hacernos antes de empezar a montar un PC es qué fuente de alimentación necesitamos para mover esa configuración que hemos elegido. Aunque no siempre le prestemos la atención que merece, la fuente de alimentación es uno de los pilares más importantes de cualquier equipo, ya que se encarga de suministrar a los distintos componentes la energía que necesitan para funcionar correctamente.

Por desgracia, todavía existe una amplia base de usuarios con ideas erróneas sobre la fuente de alimentación, tanto en lo que respecta a su forma de trabajar como a otros aspectos relevantes, incluyendo desde la potencia hasta el amperaje y, como no, los conectores, la calidad de construcción y otros aspectos importantes. Esto puede llevarnos a cometer errores a la hora de montar un PC.

Es importante tener claro, antes de entrar en materia, cómo funciona la fuente de alimentación. Esta no suministra de forma constante una cantidad de energía fija a todos los componentes, sino que son los propios componentes los que «le piden» la cantidad que van necesitando en cada momento concreto. Por ejemplo, la tarjeta gráfica tiene un consumo mínimo cuando estamos en el escritorio de Windows 10, pero cuando ejecutemos un juego dicho consumo se disparará, ya que dicho componente pedirá un mayor suministro de energía a la fuente de alimentación.

Así, una RTX 3080 consume, de media, unos 83 vatios haciendo tareas básicas con Windows 10 y reproduciendo vídeos en Youtube. Sin embargo, cuando ejecutamos un juego, su consumo se disparará hasta los 312 vatios, y puede alcanzar picos de 336 vatios. Como vemos, la diferencia es enorme. He querido empezar con una sencilla explicación de cómo trabaja una fuente de alimentación porque es algo que debes tener claro cuando nos preguntamos qué fuente de alimentación vamos a necesitar.

Los componentes más exigentes de un PC, en materia de alimentación, pueden tener consumos distintos en función de las tareas que estemos realizando, lo que significa que una fuente de alimentación concreta puede ser capaz de aguantar el tirón en determinadas situaciones, pero que no logre mantener la estabilidad cuando se encuentre en escenarios extremos.

Con ese ejemplo quiero decir algo muy simple, y es que el hecho de que no notes nada raro utilizando una fuente de alimentación inferior a la recomendada para una configuración no quiere decir que todo esté bien, simplemente puede que la fuente aguante porque aún no ha llegado a ese límite, pero cuando lo haga, es probable que muera, y quizá se lleve algún componente consigo, así que mucho cuidado.

qué fuente de alimentación elegir

¿Qué fuente de alimentación necesito? Cosas que debes tener en cuenta

Como hemos anticipado en el bloque anterior, decidir qué fuente de alimentación necesitamos para montar nuestro PC es algo que estará influido, principalmente, por las siguientes claves:

  • El consumo de los componentes que vayamos a utilizar, entendido siempre en sus niveles recomendados, ya que como hemos visto, puede ser altamente variable.
  • Las necesidades en términos de amperaje de esos mismos componentes. Por ejemplo, una tarjeta gráfica puede requerir una fuente de 500 vatios y 24 amperios, mientras que otra puede necesitar esa misma potencia, pero 28 amperios.
  • Los conectores que vamos a necesitar, prestando especial atención a los conectores de alimentación PCIE para no tener que recurrir a adaptadores mólex.
  • El factor de forma de la fuente. En un montaje estándar, utilizaremos el factor clásico ATX, pero si queremos dar forma a un PC de pequeño tamaño deberemos buscar soluciones SFX.
  • La eficiencia energética, medida por las certificaciones 80 Plus. Indica la energía eléctrica consumida por el propio trabajo que realiza la fuente de alimentación, y que se acaba «perdiendo». A mayor eficiencia, mayor potencia real.
  • La gestión del cableado, que es muy importante a la hora de conseguir un montaje limpio. Cuando pienses en qué fuente de alimentación necesitas, piensa también en el tema de ordenar los cables, y decide si necesitarás una fuente de alimentación modular.

No todas las fuentes de alimentación son iguales, ni siquiera cuando nos movemos entre modelos que parecen tener la misma potencia y las mismas especificaciones. Una fuente de 500 vatios de un determinado fabricante puede tener los mismos conectores, el mismo amperaje y el mismo diseño modular que otra fuente de 500 vatios de otro fabricante, pero si la primera es 80 Plus White y la segunda es 80 Plus Oro, esta última será una opción superior.

qué fuente de alimentación elegir

Ya os hemos explicado el tema de la eficiencia energética aplicado a fuentes de alimentación, pero para terminar de entender bien este concepto es importante conocer el significado que tienen los distintos niveles de la certificación 80 Plus. Vamos a ello:

  • 80 Plus White: 82% de eficiencia. Esto quiere decir que una fuente de 500 vatios sería capaz de ofrecer, realmente, un máximo de 410 vatios.
  • 80 Plus Bronce: 85% de eficiencia. Siguiendo el ejemplo anterior, una fuente de 500 vatios con este nivel de eficiencia podría ofrecer hasta 425 vatios.
  • 80 Plus Plata: 87% de eficiencia. Subimos un peldaño, y en este caso una fuente de 500 vatios con dicha certificación ofrecería hasta 435 vatios.
  • 80 Plus Oro: 89% de eficiencia. En este caso, una fuente de 500 vatios con esa certificación ofrecería una potencia real de hasta 445 vatios.
  • 80 Plus Platino: 90% de eficiencia. Es un salto importante, ya que esa fuente de 500 vatios ofrecería, si contase con esta certificación, una potencia real de hasta 450 vatios.
  • 80 Plus Titanio: 94% de eficiencia. En este caso, la potencia real de una fuente de 500 vatios sería de hasta 470 vatios.
fuente modular

Así es una fuente totalmente modular.

Todos los datos que hemos dado se aplican cuando la fuente trabaja al 100% de su capacidad. Si os fijáis en el listado anterior, la diferencia entre una fuente de 500 vatios 80 Plus White y una de 500 vatios 80 Plus Platino sería de 60 vatios. Debemos tener en cuenta, además, que la primera será una solución económica y que estará construida con materiales de menor calidad que la versión que cuenta con una certificación superior, con todo lo que ello puede suponer en cuando a vida útil, estabilidad y fiabilidad.

Tranquilo, no te agobies por el tema de las certificaciones energéticas. No necesitas comprar, sí o sí, una fuente de alimentación con certificación 80 Plus Platino o Titanio, en la mayoría de los casos es suficiente con un modelo que cuente con certificación 80 Plus Bronce u 80 Plus Plata. Los modelos superiores solo tienen sentido en ordenadores de gama media o de gama alta, que van a utilizar componentes muy exigentes.

Vamos a ver un ejemplo para asimilar mejor el tema de las certificaciones. Si vas a montar un PC basado en un procesador Core i5 10400F, 16 GB de RAM, un par de unidades de almacenamiento y una Radeon RX 6800 XT, ¿qué fuente de alimentación necesitaras? Pues una de 750 vatios, sin ningún tipo de certificación concreta, según los requisitos que lista AMD para dicha tarjeta gráfica. Con esa configuración, el consumo medio estará por debajo de los 470 vatios, aunque ten en cuenta que esa cifra puede variar en función del resto de elementos que incluyas en el montaje (ventiladores, refrigeración líquida, iluminación LED RGB y otros).

qué fuente de alimentación elegir

Pues bien, con una fuente de 750 vatios con certificación 80 Plus Bronce tendríamos una potencia real de 637,5 vatios, suficiente para cubrir sin problemas el consumo de dicho PC, aunque deberemos asegurarnos también de que la fuente es capaz de ofrecer un amperaje apropiado en el carril de 12V. No tengo los datos oficiales del amperaje que requiere una Radeon RX 6800 XT, pero no debería superar los 38 amperios.

Los vatios miden la potencia de la fuente, y el amperaje la intensidad eléctrica. Una potencia elevada que no llega con la intensidad suficiente puede acabar dándonos problemas muy graves, sobre todo cuando los componentes tengan que trabajar a plena potencia. Así, y volviendo al ejemplo anterior, puede que no notes nada raro utilizando aplicaciones o juegos poco exigentes, pero si utilizas una fuente de alimentación que tiene un amperaje insuficiente para mover una determinada tarjeta gráfica, será solo cuestión de tiempo hasta que te lleves un disgusto, y podría ser letal para dicho componente.

A la hora de elegir qué fuente de alimentación vamos a comprar, también es importante tener en cuenta, como hemos dicho, el factor de forma y la gestión del cableado. Si vamos a montar un PC estándar con formato ATX, podremos utilizar una fuente normal, pero si vamos a optar por el formato mini ITX, es importante elegir una fuente SFX. Existen también fuentes de alimentación mucho más pequeñas, pensadas para crear PCs con tamaños verdaderamente «diminutos». La gestión del cableado es importante, y los diseños modulares nos permiten eliminar el cableado que no vayamos a utilizar. Por eso son una buena opción.

Por último, aunque no por ello menos importante, también debemos prestar atención a los mecanismos y sistemas de protección a la hora de decidir qué fuente de alimentación vamos a comprar, ya que estas pueden ayudarnos a evitar daños cuando se producen problemas en el suministro eléctrico (subidas o bajadas de tensión). Si en vuestra zona son frecuentes esos problemas, os recomiendo encarecidamente que compréis un SAI. Hace muchos años, mi PC equipado con un Pentium 4 acabó «muriendo» por las continuas bajadas de tensión que se daban en el pueblo donde vivía. Desde entonces, empecé a utilizar sistemas SAI, y a día de hoy no he vuelto a tener ningún problema.

Qué fuente de alimentación necesito para cada tarjeta gráfica AMD

qué fuente de alimentación elegir

Teniendo en cuenta todo lo que hemos dicho anteriormente, vamos a ver qué fuente de alimentación recomienda la propia AMD para sus distintas tarjetas gráficas. Tened en cuenta que nos hemos limitado a los modelos actuales, y hemos llegado hasta aquellos que, por cuestiones de arquitectura, todavía no han quedado totalmente obsoletos.

Es importante destacar que las fuentes de alimentación recomendadas no incluyen ninguna referencia a la certificación 80 Plus, así que podríamos utilizar fuentes con menos potencia pero mayor eficiencia.

Por otro lado, es importante que tengáis en cuenta también que los modelos con diseños personalizados y con overclock de casa pueden necesitar fuentes de alimentación más potentes, más amperaje y conectores de alimentación adicionales.

  • Radeon RX 6900 XT – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon RX 6800 XT – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon RX 6800 – 34A y 600 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon RX 5700 XT – 34A y 600 vatios (1 x 6 pines y 1 x 8 pines).
  • Radeon RX 5700 – 32A y 550 vatios (1 x 6 pines y 1 x 8 pines).
  • Radeon RX 5600 XT – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • Radeon RX 5500 XT – 26A y 450 vatios (1 x 8 pines).
  • Radeon VII – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon RX Vega 64 (estándar) – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon RX Vega 56 – 32A y 600 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon R9 Fury X – 34A y 600 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon R9 Fury – 33A y 600 vatios (2 x 8 pines).
  • Radeon R9 Nano – 28A y 550 vatios (1 x 8 pines).
  • Radeon R9 390X – 31A y 550 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
  • Radeon R9 390 –  30A y 550 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
  • Radeon RX 590 – 28A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • Radeon RX 580 – 27A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • Radeon RX 570 – 25A y 450 vatios (1 x 6 pines).
  • Radeon RX 480 – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • Radeon RX 470 – 28A y 450 vatios (1 x 6 pines).
  • Radeon RX 560 – 18A y 350 vatios (1 x 6 pines).
  • Radeon RX 550 – 16A y 300 vatios.
  • Radeon RX 460 – 17A y 350 vatios.
  • Radeon R9-380 – 28A y 500 vatios (2 x 6 pines).
  • Radeon R9-370 – 17A y 450 vatios (1 x 6 pines).
  • Radeon R9-285 – 25A y 500 vatios (2 x 6 pines).
  • Radeon R9-280X – 30A y 550 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
  • Radeon R9-280 – 25A y 500 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
  • Radeon R9-270X – 24A y 500 vatios (2 x 6 pines).
  • Radeon R7 260X – 19A y 450 vatios (1 x 6 pines).
  • Radeon HD 7790 – 21A y 450 vatios (1 x 6 pines).
  • Radeon HD 7770 – 19A y 450 vatios (1 x 6 pines).
  • Radeon HD 7750 – 16A y 400 vatios.

Qué fuente de alimentación necesito para cada tarjeta gráfica NVIDIA

qué fuente de alimentación elegir

En este caso, repetimos el enfoque que hemos visto en el apartado anterior, dedicado a las tarjetas gráficas AMD. Abarcamos los modelos actuales (solo los que han llegado al mercado), y cubrimos hasta llegar a aquellos que todavía no podemos considerar como obsoletos. Las fuentes de alimentación recomendadas no incluyen ninguna referencia a la certificación 80 Plus, así que podríamos utilizar fuentes con menos potencia pero mayor eficiencia.

Del mismo modo, tened en cuenta que todo lo que vamos a ver aplica únicamente a los diseños de referencia, lo que significa que los modelos personalizados que vengan con overclock de casa pueden tener mayores exigencias, tanto de potencia como de amperaje y de conectores de alimentación adicionales.

  • GeForce RTX 3090 – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines conectados a un adaptador de 12 pines).
  • GeForce RTX 3080 – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines conectados a un adaptador de 12 pines).
  • GeForce RTX 3070 – 36A y 650 vatios (1 x 8 pines conectado a un adaptador de 12 pines).
  • GeForce RTX 3060 Ti – 34A y 600 vatios (1 x 8 pines enchufado a un adaptador de 12 pines).
  • GeForce RTX 2080 TI – 36A y 650 vatios (2 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1080 TI– 35A y 600 vatios (1 x 8 pines y 1 x 6 pines).
  • GeForce RTX 2080 Super– 36A y 600 vatios (1 x 8 pines y 1 x 6 pines).
  • GeForce RTX 2080 – 35A y 600 vatios (1 x 8 pines y 1 x 6 pines).
  • GeForce RTX 2070 Super– 34A y 550 vatios (1 x 6 pines y 1 x 8 pines).
  • GeForce RTX 2070 – 32A y 550 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1080 – 32A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce RTX 2060 Super– 32A y 550 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce RTX 2060 – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1070 TI – 32A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1070 – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce GTX TITAN X – 38A y 600 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 980 TI – 38A y 600 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1660 TI – 26A y 450 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1660 Super – 26A y 450 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1660 – 24A y 450 vatios (1 x 8 pines).
  • GeForce GTX 1650 Super – 20A y 350 vatios (1 x 6 pines).
  • GeForce GTX 1650 – 16A y 300 vatios.
  • GeForce GTX 980 – 30A y 500 vatios (2 x 6 pines).
  • GeForce GTX 1060 – 20A y 400 vatios (1 x 6 pines).
  • GeForce GTX 970 – 28A y 500 vatios (2 x 6 pines).
  • GeForce GTX 1650 – 16A y 300 vatios.
  • GeForce GTX 1050 TI – 16A y 350 vatios (1 x 6 pines).
  • GeForce GTX 1050 – 16A y 300 vatios.
  • GeForce GTX 960 – 20A y 400 vatios (1 x 6 pines).
  • GeForce GTX 950 – 19A y 350 vatios (1 x 6 pines).
  • GeForce GTX 750 TI – 18A y 350 vatios.
  • GeForce GTX 750 – 16A y 300 vatios.
  • GeForce GT 740 – 16A y 300 vatios (1 x 6 pines la versión con GDDR5).

¿Qué fuente necesito para montar mi PC? Cinco configuraciones de referencia

qué fuente de alimentación elegir

Con todo lo que hemos visto, y con los listados que hemos compartido, ya deberíais tener bastante claro qué fuente de alimentación deberíais comprar para montar ese PC que tenéis en mente, aunque entiendo que es probable que queráis alguna referencia concreta que os ayude a terminar de tomar esa decisión. Por ello, voy a compartir con vosotros cinco configuraciones de referencia, bastante equilibradas, que os servirán como guion.

Si tras ver esas configuraciones tipo, todavía tienes alguna duda y no terminas de decidir qué fuente de alimentación necesitas, puedes dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudaros.

  1. PC para ofimática, formado por una APU Ryzen 3 2200G, 8 GB de DDR4 (4 GB x 2 módulos), caja con tres ventiladores y SSD SATA III: tendríamos un consumo medio de 145 vatios. Sería recomendable montar, al menos, una fuente de 250 vatios con certificación 80 Plus White.
  2. PC económico para gaming: compuesto por un procesador Core i3 10100F, 16 GB de DDR4 (2 x 8 GB), caja con tres ventiladores, un SSD SATA III y una tarjeta gráfica GTX 1660 Super: tendríamos un consumo medio en carga de 280 vatios. Nos bastaría con una fuente de alimentación de 450 vatios con certificación 80 Plus White.
  3. PC gaming de gama alta: formado por un procesador Core i5 10400F, 16 GB de DDR4 (2 x 8 GB), caja con tres ventiladores e iluminación LED RGB, kit de refrigeración líquida AIO con radiador de 240 mm e iluminación LED RGB, SSD SATA III, SSD NVME PCIE y una tarjeta gráfica RX 6800 XT o una RTX 3080: en este caso el consumo sube hasta los 500 vatios de media. Con una fuente de alimentación de 650 vatios y certificación 80 Plus Oro no tendríamos problema.
  4. PC gaming de gama alta: una configuración formada por un procesador Ryzen 7 5800X, 32 GB de DDR4 (4 x 8 GB), caja con seis ventiladores e iluminación LED RGB, kit de refrigeración líquida AIO con radiador de 360 mm e iluminación LED RGB, SSD SATA III, SSD NVME PCIE, HDD SATA III a 7.200 RPM y una tarjeta gráfica RX 6800 XT o una RTX 3080: el consumo aumenta frente a la configuración anterior, y nos lleva hasta los 570 vatios de media. Sería recomendable contar con una fuente de alimentación de 700 vatios con certificación 80 Plus Oro.
  5. PC gaming tope de gama: esta configuración estaría formada por un procesador Ryzen 7 5800X, 32 GB de DDR4 (4 x 8 GB), caja con seis ventiladores e iluminación LED RGB, kit de refrigeración líquida AIO con radiador de 360 mm e iluminación LED RGB, SSD SATA III, SSD NVME PCIE, HDD SATA III a 7.200 RPM y una tarjeta gráfica RX 6900 XT o una RTX 3090: tendríamos un consumo medio que rondaría los 600 vatios (algo menos con la Radeon RX 6900 XT). ¿Qué fuente de alimentación necesitarías en este caso? Pues una de 750 vatios y certificación 80 Plus Oro para tener margen con el que cubrir de sobra los picos de consumo que suelen tener los PCs de alta gama.

martes, 9 de febrero de 2021

Cómo aumentar la memoria RAM de un PC de sobremesa o portátil

 

Cómo aumentar la memoriaRAM de un 

PC de sobremesa o portátil.





Aumentar la memoria RAM instalada en un ordenador personal es una de las actualizaciones más efectivas para mejorar su funcionamiento. Y es que son múltiples los componentes de hardware que hacen uso de ella y su rendimiento y capacidad tienen una incidencia directa en la experiencia de uso con el sistema operativo y las aplicaciones.

La RAM (Random Access Memory) es una memoria de acceso aleatorio que se utiliza principalmente para cargar instrucciones de la CPU y manejar datos del sistema y aplicaciones mientras se ejecutan en la computadora. Frente al almacenamiento de archivos de manera persistente de un componente de almacenamiento (disco duro o SSD), este tipo de memorias descarga los datos almacenados cuando se apaga el equipo. A cambio, la memoria SDRAM que usa es mucho más rápida que la NAND flash para almacenamiento masivo y es un componente esencial en cualquier computadora.

La RAM se comercializa a través de módulos que se instalan mediante las ranuras disponibles que en distinto número ofrecen las placas base. Aunque hay algunos equipos (sobre todo en portátiles) con memoria «pinchada» en la placa que no puede reemplazarse, el uso de los módulos RAM está generalizado y pueden actualizarse o ampliarse para aumentar la capacidad instalada o cambiarse por otros de mayor rendimiento, más frecuencia de trabajo o menores latencias.

En este artículo práctico vamos a revisar la manera de aumentar la memoria RAM tanto en sobremesas como en portátiles, junto a un análisis de la capacidad mínima a instalar para determinadas tareas. Si quieres ponerte al día de todo lo relacionado con este componente esencial te recomendamos una lectura de nuestra última Guía sobre la memoria RAM donde podrás resolver cualquier duda que tengas.

Aumentar la memoria RAM

Qué tipo de memoria tengo instalada

Antes de la compra de nuevo módulos RAM debemos conocer el tipo exacto que soporta la placa base de nuestro equipo. En este punto hay que advertir que el funcionamiento de este tipo de memoria es muy sensible y se deben instalar módulos adicionales lo más parecidos posible en características a los que ya tenemos y en un escenario ideal que sean idénticos a los ya instalados. Ello nos librará de errores aleatorios que por el mismo funcionamiento de estas memorias pueden volvernos literalmente locos.

El manual de la placa base ofrece un buen punto de partida y ahí podremos conocer sus principales características:

  • El número de módulos disponibles (generalmente 4 en sobremesas y 2 en portátiles)
  • La cantidad máxima soportada (16-32-64 GB en consumo dependiendo de la placa)
  • La interfaz usada (hoy en día DDR3 y DDR4)
  • El factor de forma (DDR en sobremesas y LPDDR en portátiles)
  • Especificaciones principales: voltaje, frecuencia de trabajo y latencia.

El manual de la placa no ofrece exactamente información del módulo instalado, pero hay una gran cantidad de aplicaciones que sí la ofrecen. Una de esas herramientas especializadas es RAMMon de PassMark. Está disponible gratuitamente. La descargamos e instalamos para obtener un montón de información adicional a las características principales, principalmente lo que más nos interesa, el fabricante y el número de modelo como verás en la imagen.

Cómo aumentar la memoria RAM de un PC de sobremesa o portátil 31

Otro método para obtener la información que necesitamos es acceder físicamente a los módulos instalados y consultar la información que incluyen mediante una pegatina, aunque si tienen disipador puede ser que no esté presente. Mejor la aplicación anterior que nos ofrecerá un montón de información. En cualquier caso es un paso clave para no fallar en la compra. Otra opción es adquirir un módulo de mayor capacidad e instalar solo ese, pero perderíamos la capacidad del instalado.

¿Cuánta memoria RAM necesito?

La respuesta simple es cuánto más mejor… Ya hemos dicho que son múltiples los componentes hardware del equipo que hacen uso de ella. Además de la CPU, también la usan las gráficas integradas que no tienen (o tienen un tamaño mínimo) de memoria dedicada. El funcionamiento del sistema operativo también depende de la RAM y prácticamente todas las aplicaciones terminan haciendo uso de ella.

Aunque hay ciertos casos de uso donde puede ser más importante la velocidad que la capacidad y la estrategia más razonable es buscar el equilibrio de todos los componentes, cuando hablamos de RAM al menos hay que tener instalada una cantidad mínima que nos permita trabajar con cierta soltura. Dependerá del usuario, del mismo nivel del equipo y de las tareas a realizar. Las repasamos para que te hagas una idea de la capacidad necesaria:

1 GB. Es el requisito mínimo absoluto para ejecutar sistemas operativos de 32 bits Windows o Linux, pero aunque el sistema puede ejecutarse con ello (arrancar y poco más) la experiencia es lamentable. Si tienes un equipo así (netbook antiguo o similar) hay que buscar un segundo módulo con urgencia si es posible la ampliación.

2 GB. Es el requisito mínimo establecido por Microsoft para la versión de 64 bits de Windows 10 y es el mínimo absoluto que debes manejar. Va justo para operaciones básicas como navegación web (aunque no espere ejecutar un navegador con docenas de pestañas abiertas), correo electrónico, procesamiento de textos o multimedia básica.

4 GB. Solo es el doble que el anterior, pero es pasar de la noche al día. Las aplicaciones no solo se ejecutan más rápido, sino que también puedes ejecutar más aplicaciones simultáneamente. En un tragón de memoria como el navegador Chrome ya podemos abrir unas cuantas pestañas (sin pasarnos) y se puede ejecutar aplicaciones más avanzadas como Photoshop (o al menos eso dice Adobe). A tener en cuenta que si utilizas sistemas Windows de 32 bits solo podrás utilizar 3,2 Gbytes de esa memoria por las limitaciones de direccionamiento de memoria. En versiones de 64 bits puedes usar los 4 Gbytes.

Cómo aumentar la memoria RAM de un PC de sobremesa o portátil 33

8 GB. Es el estándar actual a partir de la gama media en PC. Lo ofrecen la mayoría de fabricantes en equipos nuevos y es lo que se debe buscar (mínimo) en un equipo de 2021 sea sobremesa o portátil. Esta es la cantidad de RAM recomendada por Adobe para los usuarios que ejecutan aplicaciones de Creative Cloud y, en general, se pueden comenzar a manejar aplicaciones de edición y renderización de fotos o vídeos con resoluciones hasta FHD. Los mismo tareas informáticas con bases de datos u hojas de cálculo y multitarea, sin pasarse porque la RAM se llenará pronto. De aquí para arriba necesitas obligatoriamente sistemas de 64 bits para manejar este tamaño de memoria.

16 GB. Es la cantidad a buscar en un equipo avanzado de nueva adquisición, aunque -según el presupuesto- se pueden adquirir 8 GB y actualizar posteriormente. Aquí ya si se nos abre un mundo de nuevas posibilidades, incluyendo trabajos profesionales (básicos) con CAD y 3D, procesamiento de imágenes en RAW o vídeos 4K con aplicaciones como Premiere Pro o After Effects. La multitarea mejora notablemente y podemos acumular múltiples pestañas / sesiones de navegadores web.

32 GB. Aunque se puede trabajar con cantidades inferiores, a partir de 32 Gbytes ya añadimos a todo lo anterior la posibilidad de ejecutar con cierta soltura máquinas virtuales a las que hay que dedicarles recursos del equipo principal. Los 32 Gbytes de RAM es el máximo que podemos montar en equipos de gama media para abajo en un equipo actual de consumo y cubre con suficiencia todas las posibilidades de uso.

Más de 32 GB. Si lo usas para temas profesionales y necesitas más, ya hay workstations móviles con soporte para 64 y 128 Gbytes. En máquinas de sobremesa de consumo de gama alta es habitual soportar los 64 GB, mientras que en estaciones de trabajo profesionales puedes instalar prácticamente lo que quieras. Windows 10 Pro, Education y Enterprise pueden manejar hasta 2 Tbytes, mientras que Windows 10 Home de 64 bit admite hasta 128 Gbytes.

Aumentar la memoria RAM en un sobremesa

Una vez adquiridos los módulos, teniendo en cuenta lo descrito anteriormente de su tipo y cantidad, la instalación en un PC de sobremesa es bastante sencilla. Para el ejemplo práctico partimos de un equipo con 16 Gbytes de memoria instalados mediante dos módulos. Como ampliación, le vamos a sumar otros 16 Gbytes adicionales a través de la compra de un kit de dos módulos (8+8 GB) que suele ser la distribución habitual de la RAM aunque también puedes adquirir módulos sueltos.

Apagamos la torre, retiramos cualquier tipo de conexión y accedemos a su interior no sin habernos asegurado de eliminar la electricidad estática. Si no tienes alfombrillas o pulseras dedicadas simplemente tocando con un destornillador cualquier componente del chasis. El diseño de las placas base actuales suele situar los módulos de memoria en la parte superior derecha de las mismas.

Aumentar la memoria RAM

Como verás en la imagen, en nuestro ejemplo no tiene pérdida y además nos permite instalar los módulos adicionales sin tener que retirar ningún otro componente. No suele ser habitual y en muchas placas base no tendrás un acceso tan bueno y tendrás que retirar primero el ventilador del procesador o algún otro componente. Nosotros podemos hacerlo directamente, abrimos los cierres de seguridad y pinchamos los dos módulos en sus ranuras.

Sé cuidadoso, pero sin miedo, presiona hasta que oigas un clic y el cierre de seguridad baje de nuevo para sujetar los módulos. No hay nada más que hacer por ahora. Cerramos la torre y volvemos a conectar cables de sonido, Ethernet, periféricos y fuente de alimentación.

Cómo aumentar la memoria RAM de un PC de sobremesa o portátil 36

Señalar que si no podemos encontrar módulos compatibles o ya están ocupados todos los slots, siempre nos queda la opción de adquirir módulos de mayor capacidad e instalar solo los nuevos. Obviamente el presupuesto se nos va a disparar porque perderíamos la capacidad de los instalados.

Es algo que suele suceder a bastantes usuarios. Si empiezas desde cero montando un sobremesa o comprando un portátil, asegúrate desde el principio que vas sobrado de RAM o que tendrás la oportunidad de aumentarla sin dificultad. Como en todo, dependerá de tu presupuesto inicial, pero piensa en ello para no quedarte posteriormente con módulos inservibles.

Aumentar la memoria RAM en un portátil

El proceso en un portátil es básicamente el mismo que en un sobremesa, aunque tiene algunas peculiaridades. En un PC de sobremesa que hayamos montado nosotros no tendremos ningún problema, pero en un portátil es más complicado porque suele suceder que el módulo incluido haya sido fabricado específicamente para que el fabricante OEM los monten en equipos nuevos y no sea posible encontrar uno idéntico como es recomendable.

Aquí, además de revisar la información que nos ofrecen aplicaciones como la mencionada RAMMon, conviene acudir a la página web del fabricante para conocer la compatibilidad con módulos adicionales. También hay que tener en cuenta que los módulos para portátiles son diferentes a los que se instalan en los sobremesa típicos, más pequeños en tamaño en formato LPDDR (Mobile) frente a los DDR de los sobremesa.

Para el ejemplo, partimos de un portátil con un módulo de 8 Gbytes y un slot disponible para instalar otro. Una vez adquirido el segundo módulo nos disponemos a su instalación. Es un poco más complicado que un sobremesa, pero cualquier usuario con un poco de interés podrá hacerlo. El acceso a la memoria es distinto para cada portátil, aunque en los modelos que permiten su actualización/ampliación suele ser sencillo. O bien cuenta con una tapa dedicado en la parte trasera o bien hay que retirar la carcasa entera como en el ejemplo con un MSI Leopard que conocerás porque es el que usamos para pruebas.

Cómo aumentar la memoria RAM de un PC de sobremesa o portátil 38

Una vez desmontada la tapa pronto localizaremos el módulo de memoria ocupado y el slot libre:

Cómo aumentar la memoria RAM de un PC de sobremesa o portátil 40

Abrimos ligeramente los cierres de seguridad, introducimos el nuevo módulo (en su posición correcta y en este caso ligeramente inclinado) y lo bajamos hasta que cierre con sus anclajes. Si hemos adquirido el módulo correcto no hay equivocación posible pero al igual que en el sobremesa sé cuidadoso. Volvemos a montar la tapa y terminamos la instalación.

Cómo aumentar la memoria RAM de un PC de sobremesa o portátil 42

Al igual que en los sobremesas, puede suceder que no encontremos módulos compatibles a los instalados y tengamos que gastar más para montar toda la memoria RAM nueva. Repetimos; valora bien tus necesidades y posibilidades de instalación en la compra de equipos para evitar que te suceda.

Comprobar el montaje

Tanto en sobremesas como en portátiles conviene realizar una comprobación de la memoria adicional que hemos instalado. Ya hemos comentado que hardware, sistema y aplicaciones hacen un uso masivo del mismo y que el funcionamiento de la RAM es muy sensible si no hemos instalado módulos idénticos o al menos los más parecidos posibles.

Nada más reiniciar por primera vez puedes entrar en la BIOS y ahí verás que el equipo detecta la nueva configuración de memoria. Una vez en el sistema operativo en la configuración también podrás visualizar la capacidad instalada. Si quieres ir más allá y realizar una comprobación a fondo, nada mejor que usar aplicaciones como MemTest86, una de las más completas y que está disponible gratuitamente para consumo.

Soporta sistemas operativos Windows, Mac y Linux de 32 y 64 bits; es compatible con firmware BIOS o UEFI incluyendo módulos de arranque seguro y ofrece imágenes para crear unidades autoarrancables en discos ópticos o unidades USB, ya que la prueba de memorias ha de realizarse antes de la carga del sistema operativo para mayor precisión. Sistemas como Windows 10 también cuentan con herramientas internas para comprobar la RAM, pero MemTest86 es sin duda la mejor. Si quieres usarla te recomendamos este artículo práctico.

No tengas miedo. Aumentar la memoria RAM en un sobremesa o portátil no es una tarea complicada y ofrece una gran ventaja en términos de rendimiento o en el acceso a determinadas tareas que con menos memoria no podríamos realizar. Para la compra de módulos, te recomendamos nuestros afiliados de cabecera, Amazon y PcComponentes que ofrecen una gran oferta y buenos precios. Haz una búsqueda por el modelo que necesites ya que tienen cientos donde elegir en tipo, capacidad, frecuencia y latencia.














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